loader image

A todas nos pasa que queremos vernos bellas, lucir bien, tener unas piernas contorneadas, un cabello brillante, unas manos delicadas, un rostro terso, una piel bronceada… y así puedo seguir nombrándote…

¿Y que con esto? es perfecto querer vernos hermosas, pero a veces se nos olvida que ya lo somos.

Consciente o inconscientemente nos compararnos con el tipo de modelos que publican fotos, cuerpos, vidas de ensueño… y le damos una relevancia tremenda al tipo de belleza que ellas venden, una belleza “perfecta” que las hace sobresalir, encajar, brillar y conquistar todo tipo de privilegios.

Es así como compramos esa idea que indica que “para ser feliz y sentirme bella y exitosa debo tener ese molde”, ¿cierto?

Pero, ¿Qué pasa si todo esto no es nada más que una idea comprada y validada?, algún día validaste una idea que te hizo creer eso, pero si quitamos esa idea ¿Podrías llegar a sentirte preciosa tal como eres? ¿Con las estrías que te dejo el embarazo, con las arruguitas q van saliendo, con el gordito rebelde…?, chequea lo siguiente:

  1. Existen muchas tendencias validadas en el mundo y no por eso son reales. Lo único que se vuelve realidad para ti, es aquello que tú decides que así sea
  2. La belleza se emana desde el interior, no sé si has notado a esas abuelitas que son súper espíchables, tan dulces que dan ganas de estar con ellas… nota que no importan sus arruguitas son absolutamente hermosas por lo que existe dentro de ellas.
  3. ¡No te compares! Por Dios, muchísimas veces caemos en esto, (te lo digo por experiencia jajaja), pero ¿qué sucede en nuestro interior al compararnos?

– Dejamos de agradecer lo que si tenemos

– Empezamos a desear lo que no tenemos (veo más verde el pasto de al frente)

– Se genera un sentimiento de frustración como resultado de lo que “siento” que me falta para llegar a…

Querida amiga, todo esto para decirte que el mejor consejo de belleza que puedes recibir (y no sale en Cosmopolitan) es: acéptate y ámate tal como eres, ¿sabes? Dios no se equivocó, al hacerte alta ó pequeña, rellenita ó flaca, mona ó castaña, lisa ó churca, de ojos azules ó cafés, de personalidad fuerte o suave… Entonces lo que te hace bella, es que TÚ creas que lo eres, ese amor que te reflejes y ti misma, se reflejará en tu rostro, en tu cuerpo y hasta en la energía que emanes.

Solo me interesa invitarte a que la próxima vez que veas tu reflejo en el espejo te des cuenta, que NO existe un pasto más verde que aquel en el que tú misma estás parada.

LA PREGUNTA NO ES SI EL MUNDO TE VE HERMOSA, LA PREGUNTA ES SI TÚ MISMA LO SABES?