loader image
EL AMOR QUE OLVIDÉ

EL AMOR QUE OLVIDÉ

Nací conociendo que era el AMOR,

Fácilmente reconocía el amor en todo lo que veía,

Me sentía libre mientras daba el amor que en esencia yo misma era…

Sin embargo, un día perdí de vista esta preciosa verdad

Compre ideas que decían que el amor lo tenía que conseguir afuera

Que, el cuerpo de revista, la pareja ideal, los muchos logros materiales me darían ese amor…

Pero después de una y otra frustración, llegue a creer que el amor real no existía

Que el amor hería, dolía y lastimaba

Por supuesto, empecé a protegerme de ese tipo de amor

Puse máscaras para cada ocasión con tal de no mostrar lo que realmente sentía mi corazón

Pensaba que mostrarme tal cual era me hacía vulnerable y “pisoteable”

Exigía de los otros un amor que no podían darme,

Estuve mucho tiempo perdida en este tipo de “amor” que sin duda supuraba dolor por doquier.

No me preguntes que sucedió, porque en palabras no se explicarlo

Pero si sé, que un día algo nuevo sucedió…

desperté de un sueño profundo, en el cual no sabía que estaba,

el AMOR en su amor me salvo de lo que yo creía que era el “amor”,

poco a poco y con sutileza me ha mostrado que ninguna máscara es necesaria,

que no tengo nada de que protegerme, porque el AMOR es mi protección

que todo lo que necesito es abrirme a la perfecta, maravillosa y poderosa vulnerabilidad de la vida,

lugar donde me libero del control y donde puedo Ser y dejar Ser

me ha mostrado que el AMOR va más allá de cualquier concepto que pudiera pensar,

que el AMOR se da, aunque no se le vea ni se le reconozca,

y que tiene la capacidad de sostener y abrigar TODO, sin excepción,

que hay AMOR en todo y en todos, y aunque a veces no pareciera, eso no invalida su verdad.

Me enseñó que no vino a lastimar, sino a sanar mis malentendidos

Me muestra que nunca ha tenido afán, ha ido a mi paso y con paciencia ha dirigido mis pasos devuelta a mi hogar…

Hogar del que nunca he dejado de ser y pertenecer.

Y es que es solo en el AMOR, donde puedo encontrar la fuerza para abrazar lo que el “amor” rechazaría, porque, está por encima de cualquier verdad, no se cree mayor que nadie… porque lo es TODO

Por eso, aunque por un tiempo me perdí de esta preciosa verdad,

Hoy sé, que este es el momento para retornar a la esencia de quien soy, de quien eres, y de lo que es todo

Por eso, con puertas abiertas, mi mente y mi corazón despiertan al amor que nunca se fue, que hoy esta, y que siempre permanecerá…

–  Caro Sarmiento –

SÉ TAN TÚ COMO PUEDAS, ESE ES TU SÚPER PODER

SÉ TAN TÚ COMO PUEDAS, ESE ES TU SÚPER PODER

A veces tenemos esos pensamientos que nos dicen que si no somos de alguna manera específica, no seremos amados o aceptados… Pero creer esto es muy doloroso y pesado de llevar, porque nunca lograremos ser TODO lo que el mundo exige…

Por mucho tiempo yo quise ser quien no era, y me di muchos golpes en el camino, hasta que comprendí, que esto es lo que soy, esto es lo que hay… Y tal cual, elegí disfrutarme, con mis rarezas, con mis soledades, con mis tonterías, con mi pasado, y con mi fiel presente…

Ya no hay necesidad de encajar con lo que se sugiere que “debería” encajar… hoy, se hace más liviano y agradable, elegir libremente quien quiero ser, sin el peso del que dirán, lo que también abre la puerta a relaciones más auténticas, porque ya no hay pretensión… tan solo hay oportunidad para el descubrimiento.

Y creo que el mayor descubrimiento que podemos hacer es el de Nosotros mismos… Por eso, con humildad de mi corazón, hoy elijo seguir en el descubrimiento de quien soy, elijo perdonarme por las veces que rechace quien era, por querer ser quien no era, hoy agradezco, amo y honro mi ser en su totalidad…

Y elijo Ser, sin juicios, sin estigmas, sin reproches, sin deberías… tan solo Ser

Con Cariño

Caro Sarmiento

DES – CUBRE TÚ ALMA MAMÁ

DES – CUBRE TÚ ALMA MAMÁ

Escribir tal vez es la forma que tengo para desnudar mi alma, el abecedario me regalo 27 letras, con las cuales me ha dado infinitas posibilidades para bailar cuando la intensidad se apodera de mi…

Tal vez me apropie de este blog como una especie de diario de aprendizajes, como un diario de desahogo personal, y lo hago público, porque he aprendido que mis letras también han sido compañía de otras vidas, y estas en algún punto tal vez también ha descrito sus propias experiencias…

Para no dar mas rodeos, ahora si les cuento, el cuento de hoy…

Allí, en esa habitación estamos nosotras, en nuestro rol de madre e hija, en medio de una noche de un ventitanto de enero y en un momento de esos que no se pueden dejar pasar unas palabras de esas que denominaríamos “profundas”.

En ese momento, los corazones se abrieron, se expusieron, se desarmaron…

Este amor de madre, tan hermoso y a la vez tan imperfecto, es el mismo que ha ido puliéndose con el paso de los años, y el mismo que quiere guiar a esa niña que apenas empieza a andar el camino…

Anoche, ella abría su corazón, sus ojos expresaban su angustia, y yo sentía su dolor.

No puedo negar que ver esto, me espichaba el corazón, podía sentir el amor que le tengo y la intención de que nada le pasará nunca… pero a la vez y si te fijas bien en lo que te acabo de decir, también sentía temor, temores que con el trabajo de campo de madre diario intento develar y soltar…

Bajo la lupa de esos temores, tal vez en esos momentos, uno como papá quisiera inyectarle al hijo, lo que uno ha aprendido y crecido a través de la experiencia, de los años, y los “daños”, porque supuestamente es la experiencia que llevamos encima la que nos ha hecho más sabios y la que nos ha descrito el camino que no solo nosotros, sino ahora nuestros hijos “deberían” seguir.

Hoy, después de unas horas de distancia mental y emocional de esa conversación, y después de darle permiso a que mi ser piense y sienta lo que necesite con respecto a lo que envolvió ese momento de charla entre mi hija y yo, me he podido ver, como si esta experiencia tan solo fuera el regalo de un espejo que me deja ver mis luces y mis más oscuras sombras…

Agradezco este espejo tan confrontante, y tan doloroso de sentir por momentos, pero tan valioso para la transformación no solo mía sino también de mi hija, pues cuando tu sanas, todo el alrededor también… comprendo que cuando se ven las cosas desde el amor, el alma por fin se puede descargar y se puede liberar del peso de la mente…

Anoche, cuando la escuchaba desde mi angustia, sentía la necesidad de decirle a ella como tenia que ser, como tenia que actuar, como tenia que vivir… pero sabia que eso no pasaría de ser palabras que se apagarían en cuanto cerrara mi boca

Pero a hoy, entiendo que mi amor hacia ella, es lo máximo que la puede acompañar, mis oraciones, el abrazarla cuando llora, el pedirle a Dios que su sabiduría guie mis palabras y no mi propio juicio, hoy comprendo que amarla, es confiar en ella, es darle permiso a que crezca, enfrente y maneje sus propias experiencias confiando en que la verdad que habita en ella la guíe aun mejor de lo que yo podría.

No puedo asegurar que mi arrogancia de mamá “sabelotodo” no volverá a aparecer, pero creo que cada nueva experiencia me seguirá enseñando, me seguirá estirando y seguirá rompiendo los bloques de ego que se han interpuesto entre el corazón de mi hija y yo.

Sea esta el momento para dar gracias a Dios por la vida de mi hija, por la maestría y sabiduría con la que fue equipada, por las enseñanzas que guarda cada experiencia, por ser reflejo de mi propio ser,y por escogerme como acompañante en este abrir y cerrar de ojos.

Mamá